domingo, 2 de septiembre de 2007

Resumen: Nuevo ministro brasileño de Defensa enfrenta a militares::

RIO DE JANEIRO, 1 sep (Xinhua) -- El nuevo ministro brasileño de Defensa, Nelson Jobim, tuvo esta semana su primer enfrentamiento con militares bajo su mando.
El choque no alcanzó los niveles de una "crisis", sin embargo provocó una reunión extraordinaria del Alto Comando del Ejército, lo que constituye un hecho sin precedentes desde la normalización democrática del país en 1985.
El origen del problema fue el lanzamiento del libro "Derecho a la memoria y a la verdad", elaborado por la Comisión Especial sobre Muertos y Desaparecidos Políticos, dependiente del Ministerio de Justicia, y editado por la Secretaría Especial de Derechos Humanos.
La obra relata los casos de 479 muertes y desapariciones ocurridas desde 1961, año de la intervención militar en la sucesión presidencial, hasta 1988, cuando se promulgó la Constitución vigente, con la inclusión de estupros, torturas y descuartizamientos realizados por militares.
Pese a su contenido político, no fue el libro lo que motivó la manifestación de los más altos oficiales de las Fuerzas Armadas, sino algunas de las circunstancias que rodearon el lanzamiento.
En primer lugar, el acto se realizó de forma oficial en el Palacio del Planalto (sede del Poder Ejecutivo), con la participación del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien pronunció un discurso discreto.
En segundo lugar hubo la manifestación del ministro-secretario de Derechos Humanos, Paulo Vanucchi, en el sentido de que las muertes de militares a manos de militantes de izquierda no constituyeron crímenes, a diferencia de las muertes de izquierdistas.
El presidente de la Comisión Especial del Ministerio de Justicia, Marco Antonio Barbosa, afirmó en su discurso que "la tortura constituye un crimen imprescriptible", lo que supone el castigo de los responsables a pesar de la ley de amnistía de 1979.
En adición el ministro Jobim, en su discurso, afirmó que en las Fuerzas Armadas "no habrá individuo que pueda reaccionar (contra el libro) y, si lo hubiese, tendrá respuesta".
Los presidentes de los Clubes Militar, de la Aeronáutica y Naval, todos oficiales generales en situación de retiro, protestaron abiertamente contra lo que consideraron una "bravata" del ministro y una "afrenta innecesaria" a los militares.
El ministro Jde Defensa, con desconcertante tranquilidad, calificó de "absolutamente irrelevantes" esas manifestaciones, al agregar que los que quieran "quedar con los ojos en el pasado, que lo hagan; quedarán para atrás".
Según la prensa brasileña, el presidente Lula recomendó "cautela" a su ministro de Defensa.
El viernes Jobim recibió en su gabinete al comandante del Ejército, general Enzo Martins Peri, quien le llevó el texto de una nota oficial aprobada por unanimidad por los integrantes del Alto Comando del Ejército, cuya divulgación fue autorizada por el ministro.
El documento rechaza la posibilidad de enjuiciamiento de los militares acusados de tortura en nombre de la Ley de Amnistía, "parámetro de conciliación que produjo la indispensable concordia de toda la sociedad".
"Cuestionarla representa un retroceso en relación a la paz y la armonía nacionales", sostuvieron los generales en la nota, al agregar que el Ejército "es el mismo a través de los tiempos".
Al parecer el episodio se agotó con el envío de la nota a todas las unidades militares del país. Pero no es ocioso recordar que el único ministro de Defensa que enfrentó a un general, José Viegas, debió renunciar por falta de apoyo del presidente Lula. Fin

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